DIA 7 - GO TO MILWAUKIEEE AND BLUES CHICAGO

Good night or good morning, I don't know it.

El caso es que la experiencia es un grado y tire de ella para poner rumbo a Milwaukie City.

A las 9:00 habíamos quedado en la puerta de la academia, para desde allí, ir con el siguiente itinerario:

1. Harley Daivison Museum.
2. Comida en típico restaurante Americano ("Mc Donalds").
3. En principio, paseo en barco por el canal, que se aplazó una hora y media porque llegamos tarde. Con lo que aprovechamos para improvisar una vuelta por dentro de la ciudad.
4. Vuelta a Chicago, donde me esperaba la guachipanda para hacer algo por la noche.

Salimos con un poco de retraso, pero vino bien. Aproveché y tomé un Coffee Latte Medium con triple de todo en el Starbacks de al lado de la academia. Después llegó la furgoneta del Equipo A que es la que nos llevaría a hacer esta aventura. Jeje. La verdad que un lujazo, ya que había espacio y se iba cómodo. Además tenías botellas de agua y snacks gratis para ir tomando algo si había necesidad.

A eso de las 11:00, llegamos al Harley Daivison Museum. Lo cierto que ha sido espectacular el museito. Unas 200 motos Harley desde el primer modelo hasta el último. Una pasada. Sé de alguno que le habría encantado.
Nos explicaron todo acerca de la evolución de las piezas y de los motores. También en el diseño y en el estilo de vida que fue marcando en la gente. La idea es un poco: "La Harley será lo que tú quieras que sea para ti". Ese sería el resumen. La marca Harley muestra polivalencia y practicidad a la vez, que hace que marques tu estilo con ella, sin perder su identidad propia como motor.

Tras una apasionante visita guiada, nos dirigimos a comer. Aunque ni lo creais ha sido mi primera visita a un Mc Donalds desde que estoy.

Aquí es donde el viaje se le descuadro a la peña, ya que nos retrasos y perdimos el tour en barco de las 14:30. Lo cuál nos hizo reservar en de las 16:00. Tal pérdida nos hizo ganar un tiempo, el cuál invertimos en ver Milwaukie. Pillamos la furgoneta y tiramos rumbo a la zona de la costa, donde se encontraba el Art Museum de Milwaukie. Entramos, pero sólo para mear. Era muy de arte moderno y eso, el cuál me llama mucho la atención.

Al final, me dí una vuelta con Anastasia (suiza de la zona alemana). La verdad es que nos dimos un tour rápido a pie, donde vimos muchas bodas. Una debía de ser de alguien importante, ya que había cortado la calle la policía. Aquí tuve el primer contacto con la ley.jeje. Ya que le pregunté con mi inglés IMPROVED: What is it happening in this street Sir Policeman? Muy majo la verdad. No me enteré de lo que dijo, sólo que era una WEDDING. El resto lo dejo a vuestra imaginación.

Una vez acabado el tour express tocó hora de volver para ir al tour en barco. Lo cierto es que estaba resultando un gran día, ya que hay edificios que me molan mogollón.

Eran las 16:00 y nos estabamos subiendo al barco. Era un barco con barecillo y esas cosas. Nos llevaron río arriba con la subida de los puentes al paso de ésta y también a la vuelta río abajo hacia el lago, donde hicimos una de bordear la zona y ver la ciudad desde el barco. Estas son las vistas de tal maravilla.

Una vez acabado el mismo, regresamos a casa donde la guachipanda esperaba en la puerta para ir a cenar e ir a unos Blues Clubs.

Cenamos en Portillo's. Un restaurante con una organizacion espectacular. Te hacen el pedido en la fila mientras que esperas (lo cuál hace que cuando llegas a la caja, ya simplemente confirmes lo elegido y no estés mirando que hay) y te da una bolsa con la comanda. Luego tú llegas a la caja y le das la bolsa, donde se revisa el pedido y si quieres cambiar algo o añadir algo lo puedes hacer. Y por último, recoges pedido según corresponda al tipo de comida elegida. En las cocinas hay una parte de hamburguesas y hot dogs, y otra de ensaladas, sopas y pizzas. Lo cierto es que fue la leche. Es la efectividad máxima, teniendo el volumen de gente que maneja.

Una vez acabamos esto, creo que hicimos lo mejor de este viaje. Ir a un club de Blues y disfrutar de algo celestial para los oidos. Es algo indescriptible. Mágico quizás. La paz entra en ti y te pega un empujón para entrar en trance y meterte en el rollo. Los que me conoceis, o estoy chispao o no me arranco a bailar, pero esto fue como resucitar desde dentro. Los pavos de la guitarra unos showmen y la cantante negra una locura de talento. Y como colofón, el batería un máquina y la del órgano una bailarina del teclado. Fantastic. I am still amazing.

Y para terminar el día, intentar coger un taxi a las 1:30 AM. Fue el momento más triste que me ha pasado. Encontrarme con un taxista hindú que me intentó cobrar $120, cuando el día anterior, con el taxímetro había pagado $35. Me rebajó a $68 y educadamente le mande a tomar por culo y me baje. Es triste que haya pavos así. Al instante pare otro de otra compañía. Era un chico de 20 años, a lo sumo, que se portó que te cagas. Tenía que ir hacia el norte a dejar el taxi en el garage y mi dirección era en el sur. Lo consultó y allí que me llevó a 140 por la Highway. Me dejó a 500 números de mi casa en la calle Wood, pero la verdad es que después del cabrón anterior, esto fue la leche. Fueron $33 y un paseo de 20 minutos muy agradable a la par de alerta, ya que era una zona de chalets donde pasaba de vez en cuando algún coche no muy adecuado.

El final fue de cuento. Llegué con las ardillas del árbol de en frete de casa correteando en el jardín de la entrada y dormí como un bebé.

P. D.: A la llegada he despertado a mi nuevo roomer. Se llama Alex y es de Valencia.